El pasado fin de semana se celebró la cuarta edición del FIBA AmeriCup 3×3 con sede en San Juan, Puerto Rico. Torneo en el que México volvió a quedarse corto en la búsqueda de una presea puesto que este año no se jugaba un boleto para la Copa Mundial 3×3, el máximo torneo que reúne 20 países por género en búsqueda de un monarca mundial.
Las mujeres volvieron a quedarse cortas. Quedaron eliminadas en fase de grupos tras caer ante Jamaica (14-16) y Canadá (6-21), quedando en el ranking #11 de 12. Por su parte, los hombres no pudieron replicar la hazaña del año pasado, al caer en cuartos de final ante los canadienses (14-21) tras dominar a Uruguay (22-13) y caer ante los Estados Unidos (13-20), situándose en el #8 del ranking.
Las féminas no aprovecharon el ser colocadas dentro de la ronda de grupos por segunda ocasión, un grupo al que no se le vio cohesión alguna de juego en equipo, pues se presume que las mexicanas no tuvieron oportunidad alguna de practicar juntas por la premura con la que el equipo fue armado, ya que Alejandra Rovira viajó desde Italia con pocas horas antes del compromiso y no pudo compaginar con la química de sus compañeras, inclusive con Irais Aguilera con quien compartió vestidor en el universitario.
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Las malas praxis de la dirección de 3×3 México y sus promotores solo han podido armar una competencia para armar el selectivo (2021), promoviendo las designaciones directas como su sello, con jugadoras fuera de ritmo y práctica competitiva de alto nivel, como es el caso de María Carrillo (2023 y 2024), cuyo player value fue de 0.75 esta ocasión, demostrando que no ha podido dar el ancho en la cancha de juego. Pero no es el único caso, pues también Patricia Ayala (2021) y Dana Soto (2023), han sido claros ejemplos de esos “dedazos”, rankeando a México en #11 en años consecutivos, algo inaceptable.
Caso aparte es el de Ana Rentería que es juez y parte, dando actuaciones tanto malas como buenas en sus cuatro años como seleccionada de 3×3.
Por el lado varonil, las cosas han mejorado con el Challenger para AmeriCup, que desde el año pasado han designado al campeón como representantes para el torneo continental, algo que se siente más justo y así como se critica lo malo, se aplaude lo bueno. El “torneo clasificatorio” rindió frutos el año pasado cuando los representantes de Ball So Hard (BSH) se ganaron el derecho de representar, quedando en cuarto lugar histórico, cayendo 15 por 21 ante República Dominicana.
Este año, King Kong reclamó ese derecho con dos ex-integrantes de BSH: Ricardo Calatayud e Isaac Gutiérrez que llevan tres y cuatro participaciones al hilo como seleccionados del 3×3 respectivamente. Además de Kevin Tapia, ex-jugador de UPAEP y Carlos Zesati, quien entró al quite como sustituto de Eric Sánchez, volviendo al representativo tras 3 años luego de su participación en 2021.
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Lo cierto es que se quedaron cortos pues los muchachos llegaron a liderar por 6 ante los canadienses pero Desrosiers empató a 13, la desconfianza se apoderó de los aztecas luego de un doble de Audu para ponerse arriba de los nuestros, yéndose con una racha de seis puntos seguidos, dejando atrás a México.
Ciertamente, se ha mejorado el programa de básquetbol 3×3, pero hay mucho trabajo real por hacer por los promotores y dirigentes, empezando por Marcelo Politi. Tienen que darle su lugar al programa femenil, pues existen elementos para destacar a las aztecas en el plano mayor, donde nos han dado grandes alegrías como es el caso del Tec de Monterrey en el Mundial FISU así como los Juegos Centroamericanos. Es importante que los procesos selectivos se respeten en todas las ramas y los encargados dejen atrás los favores políticos para selección de jugadoras.
Cabe mencionar que si bien, Politi fue “homenajeado” por FIBA 3×3, no parece haber sido “ejemplo” de ninguna publicación real en Facebook, difundida por el influencer, Alejandro Esva, parte de su grupo de trabajo además de su perfil “FIBA 3×3 México”.
El “perfil” de FIBA3x3, como lo indican las imágenes de abajo, ni siquiera está verificado y ciertamente no tiene esa cantidad de seguidores, ¿a quién trata de engañar el “promotor más grande del planeta”?
