La suerte estaba echada desde el inicio, México ya no tenía chances de obtener el tercer lugar del grupo pero si de refrendar la imagen que a tantos indignó, a pesar de todo, los mexicanos brindaron una primera mitad buena pero cuyo gas se fue extinguiendo con los minutos para caer 49 por 71. De esta manera México se medirá ante el imbatible Estados Unidos el viernes en horario a confirmar.
Un bombazo de Lucas Giovanetti abrió el score que Aram Soqui respondió de la misma forma y el partido era un toma y daca aunque México tomó una leve ventaja sería Tiziano Prome quien con un triple y la brecha regresó el liderato a la blanquiazul. Lo de los postes mexicanos seguía afectando a la ofensiva pues por fin ganaban el rebote ofensivo pero sin sumar en la segunda oportunidad. Charles Georgelos con un triple empató a 12 pero una última descolgada de Juan Respaud daría un 14 por 12 a la Arge.
México se mantuvo ahí por buena parte del segundo parcial pero los errores de ayer y antier volvieron a mostrarse en la duela y Argentina agradeció el favor con un par de triples para despegarse además de blandir la pintura ante los espacios otorgados por los aztecas. Los eternos problemas del marcador electrónico volvieron al gimnasio en un acto vergonzoso de un torneo internacional. Victor Verdugo y Jesús Escobedo sumaron para dejar la diferencia 21 por 28.
Gualberto Landavazo retornó para enmendar los errores y acercarse una vez más al empate pero no llegaría tal situación ante lo endeble de la pintura azteca, perdiendo la chance de tener la victoria al haber ya 20 de por medio y la táctica del español, Luis Ambel, fallaba por tercera ocasión al sacrificar a Talel González por Gabriel Moreno. Para concluir, México ya perdía 34 por 56.
Argentina dejó el triple de lado para seguir hiriendo bajo el rectángulo del acrílico y presionando a Andrés Lozano, forzando un par de errores para llegar a 16 pérdidas (20 puntos por pérdida para los de Leonardo Martin.) El banquillo azul salió para cerrar el partido sin conceder espacios de más, Iván Pratto y Joaquín Lorenz en la pintura para evitar la gallardía de los guardias nacionales al querer colar con su rapidez, a razón de los últimos segundos se llegó a pisar el acelerador pero todo estaba decidido y se selló el score.
