Este domingo 2 de febrero se realizó el traspaso más impactante en la historia de la NBA. Los Dallas Mavericks enviaron a su estrella Luka Dončić a los Lakers de los Ángeles a cambio de Anthony Davis, Max Christie y una selección del draft de 2029. Este movimiento dejó impactados a todos los equipos, entrenadores y jugadores alrededor de la liga, incluyendo a Doncic y a Davis, que no fueron avisados del traspaso.

El traspaso fue anunciado cerca de la una de la mañana, por medio de las redes sociales de Shams Charania, periodista reconocido en la liga. Lo más sorprendente de este movimiento es que ninguno de los jugadores solicitó el traspaso, y tampoco fueron notificados de que iba a suceder. El acuerdo fue discutido y realizado por los gerentes generales de ambos equipos. Nico Harrison por parte de los Mavericks y Rob Pelinka de los Lakers sin que nadie más estuviese al tanto.

Dallas, viene de jugar las finales de la NBA la temporada pasada, cayendo ante los Celtics de Boston. Durante estos playoffs, Dončić lideró a su equipo en todas las grandes estadísticas como puntos, asistencia, rebotes y triples, mientras lidiaba también con una lesión de rodilla. Los Mavericks pintaban nuevamente como favoritos esta temporada, de la mano de Luka y Kyrie y con adiciones como la de Klay Thompson. A esto se le suman una gran cantidad de jugadores de rol como Daniel Gafford y Dereck Lively II. 

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El equipo se encontraba en buena forma, hasta que en el partido de navidad el 25 de diciembre, Doncic sufrió una lesión que lo tendría fuera por más de un mes. Conforme el tiempo fue pasando, la gerencia de Dallas empezó a preocuparse por la recuperación y el peso de su estrella, que de acuerdo con ellos llegaba a los 122 kilos. Es en ese punto cuando Nico Harrison decide realizar el traspaso, apostando en contra de la salud y recuperación del esloveno que tan solo tiene 25 años y trayendo en su lugar a un gran jugador defensivo como Anthony Davis pero que tiene ya casi 32 años de edad y un historial de lesiones bastante amplió. 

En la conferencia de prensa posterior al traspaso, el gerente general de los Mavericks estableció que su enfoque principal era la defensa y que consideraba que los jugadores que llegaron (Davis y Christie) cumplían con el estándar que estaba buscando. Además, quedó claro con este movimiento que Dallas no estaba dispuesto a pagarle el contrato máximo de 340 millones de dólares a Dončić ya que estaban consternados por sus problemas de salud.

Desde un punto de vista objetivo, los Mavericks le dieron la espalda a su super estrella, la cual revivió la chispa en la ciudad cuando llegó en 2018. Con tan solo 25 años los llevó a unas finales de la NBA sin estar al cien por ciento físicamente. Dallas habría construido su plantilla para maximizar el talento de Dončić y se encaminaban nuevamente a pelear por el campeonato. Sin embargo, la salud del esloveno pareció importarle más a la gerencia, ignorando lo que había hecho por la franquicia y la ciudad.

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En su lugar, arriesgaron el futuro de la franquicia y apostaron a que el roster actual con Kyrie Irving, Thompson, Davis y compañía traiga un campeonato en los próximos 2 años, de no ser así, esta podría ser la peor decisión jamás tomada en la historia del deporte.

Por otro lado, con este movimiento los Lakers aseguran el futuro del equipo una vez que LeBron James se retire, trayendo a un jugador que a los 25 años ya es cinco veces all-star, cinco veces all-NBA, novato del año en 2018, campeón anotador en 2024 y que este año promedia 28 puntos por partido, 8 rebotes y 8 asistencias en 22 partidos jugados. 

Los Lakers además se posicionan en una fuerte posición para pelear por el campeonato esta temporada, con un Lebron jugando a un gran nivel a sus 40 años y un Luka que tiene sed de demostrar que los Mavericks se equivocaron. Solo les haría falta un poste consistente para formar un roster ideal.

Solo el tiempo nos dirá quien tuvo la razón en este traspaso. Si habrá valido la pena para los Mavericks soltar a uno de los mejores jugadores del mundo con tal de tener la oportunidad de ganar “ahora”, o si este movimiento los vaya a perseguir por el resto de su historia.